Otras posibles razones son 1) la edad promedio en las ciudades más grandes (usualmente compuestas de adultos jóvenes), 2) el nivel educativo de los residentes y 3) el nivel de ingresos, estos dos últimos usualmente más altos en comparación con los niveles educativos y el nivel de ingresos de las ciudades más pequeñas y el de los habitantes de zonas rurales.
Además, estas interacciones pueden resultar en beneficios económicos tales como más posibilidades de innovación y más productividad.
De igual forma, los resultados implican que los habitantes de la zona centro de México son los más propensos a deprimirse comparados con los habitantes de la Ciudad de México.